Guanajuato es uno de los treinta y un estados que conforman México, en la región centronorte del país. Si vais de viaje a este fascinante territorio y os coincide pasar por la ciudad guanajuatense, desde Gesmemori os sugerimos que no os perdáis la visita a la Casa de las Momias, un museo que no os va a dejar indiferentes. Es una de las mayores atracciones turísticas de este estado mexicano, que ha encontrado en el mundo de los muertos la puerta de entrada a miles de visitantes vivos.
En Guanajuato, cuando una tumba no es a perpetuidad, pasan décadas y por el tiempo transcurrido el nicho puede ser utilizado para otro difunto, las autoridades locales ordenan la exhumación del cuerpo para que otro pueda ser enterrado. Fue en 1865 cuando del cementerio de Santa Paula se exhumó el primer cuerpo momificado, ya que la fosa en la que yacía no tenía registrados los pagos pertinentes “in perpetuum”, correspondiente al médico francés Remigio Leroy. Desde entonces y hasta 1958 continuaron los descubrimientos de cuerpos momificados debido a las especiales condiciones del subsuelo del lugar, sumadas a la presencia de nitratos y alumbre.
Son 111 los cuerpos que conforman la colección del museo, entre mujeres, hombres y niños, y entre ellos está la momia más pequeña del mundo, correspondiente a un feto de ocho meses de gestación que murió con su madre. Un museo, sin duda, no apto para todas las sensibilidades pero sí para los amantes del misterio y de la ciencia. Las momias son totalmente naturales, deshidratados por un conjunto de condiciones que incluyen ventilación, suelos y altura.
El museo consta de diez salas, empezando por una proyección donde se muestra un vídeo con los orígenes del centro y su rehabilitación. En otra estancia es la propia Voz de los Muertos los que cuentan su historia. La sala de los Angelitos está dedicada a bebés y niños pequeños que fallecieron de forma temprana, vestidos de acuerdo a la tradición. En otra de las dependencias están las Muertes Trágicas, con los cuerpos momificados de personas que perdieron sus vidas en sucesos estremecedores. También existe una sala de interés histórico particular, al mostrar momias que fueron sepultadas con trajes típicos. Así hasta sumar una decena de espacios museísticos con momias famosas como Tranquilina Ramírez, Daniel el Travieso o La Bruja, entre otras.
Sobre las momias de Guanajuato se han escrito libros, se ha investigado y han aparecido numerosas veces en películas y series televisivas. La película mexicana Las momias de Guanajuato dirigida por Federico Curiel en 1972, es una de las cintas más vistas en su época, con la participación de personajes como El Santo, Blue Demon y Mil Máscaras. En la trama aparece «Satán» un luchador del siglo XIX que vuelve a la vida y dirige al ejército de momias. En 1979 el cineasta alemán Werner Herzog filmó un conjunto de tomas mostrando varias de las momias de Guanajuato para la película alemana Nosferatu, vampiro de la noche a fin de obtener una secuencia de entrada aterradora. Han sido muchos otros los filmes en los que estos cuerpos han estado presentes, que gozan de fama internacional.